Ellos eran.

Ella era una pequeña soñadora, él era un chico bipolar. Ella era una cría ilusionada, él un chico con carácter que no sabía sonreír. Ella creía en todo, él no creía en nada. Ella era fácil, él era dificil. Ella era estúpida, él era lo mejor. Para ella el amor lo significaba todo, para él el amor era sólo, algo normal. Pero un día el destino les hizo juntarse. Y ahora, ese chico bipolar sabe sonreír, y ahora esa chica soñadora sabe amar, y ahora esa chica soñadora se ha hecho fuerte, ya no cree en nadie, y sobre todo, sabe que puede sufrir. Y ahora, ese chico sabe que el amor es algo más que todo, que puede creer en él, si pone esfuerzo. Y ahora, se han vuelto a separar, por razones del destino. Los errores de un pasado... pueden marcar sus destinos. Pero, esta chica locamente enamorada por sus huesos, lo conseguirá, pese a quien le pese, estará con él. Porque si los dos se quisieron, ¿como no se van a querer ahora? El destino pondrá cada cosa en su lugar.