16 de noviembre de 2017

IBS

Un día cualquiera aquí me encuentro, escribiendo en mi cuarto, hablando desde el corazón. Hoy,
me apetece contaros una historia, algo que llevo dentro y de algún modo me pide que lo saque al exterior.

¿Sabéis qué es eso del amor? 
¿Por qué creéis que es tan importante? 
Bueno, qué cosas digo... 
Supongo que cada uno tiene diferentes opiniones sobre eso, 
a fin de cuenta no podemos pensar todos igual. 
Pero es que hoy, me siento tan feliz de alguna manera...

Hoy dejo mi corazón en la mesa, y empiezo a escribir;
a escribir realmente lo que siento desde mi interior.

Porque hoy quiero hablar con el corazón.

Yo siempre he sido una chica que precisamente -y no porque lo diga yo-,
destaco por eso, por mi corazón. Aunque es cierto, que los corazones grandes
a veces no son correspondidos con la misma moneda;
pues eso es lo que hasta ahora me había pasado a mí.

Siempre he dado tanto y a cambio de nada,
solo de decepciones y a veces hasta dolor....;
que tampoco soy perfecta y puedo herir yo también,
de hecho alguna vez he herido a personas que no lo merecían,
pero somos humanos y lo bueno de todo esto es saber aprender,
saber perdonar y aunque no olvidar, sí dejar atrás todo lo malo.

¿Para qué vivir con rencores en la única vida que tenemos? 
¡Yo quiero ser feliz!
¡Feliz siempre y de todas las maneras!
Sola u acompañada, pero siempre feliz.

Todo ese tiempo sola, he aprendido muchísimo a valorarme,
a priorizar valores, personas y opciones: a priorizarme a mí misma.

Y he disfrutado tanto de mi soledad, pero tanto tanto,
que he deseado no estar con nadie nunca jamás. Total,
si sola vivo como quiero y cuando lo quiera, -y no hablo de sexo-,
hablo a nivel de planes, de querer hacer lo que me plazca en cada momento,
de saber ser libre y divertirme ante todo, y que si no me gusta algo,
¡lo deje! Que nunca haga algo a contravoluntad.

Pero es que, hoy en definitiva tengo que hablar de ti.
Hoy tengo que escribirte porque mi corazón me lo pide, y así lo haré.

Me enseñas tantas cosas día a día amor...,
y saber que sólo es el principio me reconforta más y más.

No te saco de mi cabeza, y es que contigo veo el mundo de otra manera,
-siempre sanamente por supuesto, tú lo sabes-, 
das color a mi vida amor...,
das calidez a mi corazón,
toda esa calidez que un día perdí,
toda esa calidez que en el fondo de mi corazón tenía guardada,
toda esa calidez que esperaba a alguien que valiera la vida
para poder disfrutarla con ella,
con ese alguien tan especial e importante...

Y aunque un día dudé, 
y aunque un día me rendí,
hoy ya no lo hago.

No lo hago gracias a ti, cariño mío.
Ya no tengo dudas de quién será ese príncipe azul que tanto soñé,
ese chico que me sacaría de todos mis problemas,
y que me haría cada día mejor persona,
más de lo que fui ayer,
pero menos de lo que seré mañana.

Y hoy te digo que te quiero,
que te quiero de la manera más sana que nunca ha podido existir,
que hoy sí que creo en el amor;
el amor verdadero que nunca conocí.

Hoy lo tengo ante mis ojos, y te voy a decir atentamente:
no te voy a dejar escapar.

No lo haré porque soñaba contigo,
No lo haré porque sanas mi corazón día a día,
No lo haré porque siempre pensaré en ti y tu felicidad,
No lo haré porque en definitiva,
me haces estar viva,
me haces ser mejor persona;
y eso es lo que quiero en mi vida.

Me cuesta decir todas estas palabras en persona,
aunque me armaré de valor para leértelas. 

Porque cada vez que me preguntas: 
- "¿Me quieres?"
Me dan ganas de coger tu cara y acercarla a mi corazón.

Si yo pudiera de alguna manera, o de algún modo,
dejarte ver lo que siento por ti,
dejarte ver todo lo que hallo guardado para ti...

te darías cuenta que no te estoy mintiendo,
que yo sólo quiero que sepas
que estoy segura de lo que siento

y quiero llegar lejos amor,
muy muy lejos.

Gracias por ser como eres conmigo,
nunca cambies.

Cristina.


No hay comentarios:

Publicar un comentario