En este tiempo aprendí varias cosas.
Unos años atrás jamás pensé que llegaría hasta este punto.
Unos años atrás era una niña, una cría, una inmadura,
y una estúpida incapaz de comprender nada.
Ahora veo las cosas de otra manera,
con otros ojos,
con otra visión,
con diferente opinión.
Aprendí a valorarme.
Aprendí a quererme mejor.
Aprendí a amarme a mí misma.
Porque, ¿qué hay más bonito
que el amor propio hacia uno mismo?
Aprendí a estar sola.
Mi otra yo de años atrás, jamás podría haber estado sola.
Nunca se hacía a la idea de perder lo que más quiso.
Porque amar es tan importante...
Nadie muere de amor,
pero a veces parece que no te vas a recuperar.
A veces simplemente te rindes,
y quieres acabar con ese dolor que te mata lentamente.
Pero de algo me dí cuenta, y fue
de tener ese amor, sólo y únicamente para mí.
Y si alguien quiere compartirlo contigo,
está bien, y sino, más para tí.
También he aprendido a dar lo mismo que me dan,
aunque uno siempre tiende a ser como es.
He aprendido a respetar a cada persona con todo lo que tiene:
defectos, virtudes, manías particulares...
Y he aprendido a amar todo lo que acabo de mencionar.
Porque amo así.
Con sinceridad,
con mi lado de locura,
con honestidad,
con transparencia.
Y ahora todo lo que tengo,
y ahora todas esas pequeñas cosas que me rodean,
las quiero.
Amo todo mi alrededor.
Y no quiero cambiarlo.
Soy feliz con lo que tengo,
y con lo que hoy soy.
Mis amigas, locas y atrevidas, grandes consejeras
para mal y para bien, grandes compañeras de vida.
Mi familia, simplemente la adoro como es,
no la cambiaría por nada jamás.
Todas mis relaciones, todas,
son relaciones sanas,
relaciones puras y transparentes.
Y por esto,
sólo por todo esto,
me siento la persona más orgullosa del planeta.
Siento que cada día doy un paso más.
Siento que cada día me hago más grande, más fuerte,
más dura ante situaciones difíciles.
Siento que crezco como persona,
en todos los aspectos posibles. Crezco.
He aprendido a reclamar lo que merezco.
He aprendido que los tiempos difíciles, también se superan.
He aprendido que no debo callar mis sentimientos,
que si es necesario decir algo, se dice.
Si es necesario llorar, se llora.
Y todavía mejor, si hay que reír, ¡se ríe!
He aprendido que no soy menos
que un polvo mal pegado,
que una simple caricia de una noche
o un solo beso sin amor.
Yo soy más que eso.
Yo soy más que todo eso.
Yo merezco mucho más.
Yo merezco un amor de verdad.
Un amor que entienda cada parte de tu ser,
que sea capaz de entenderte con tan sólo una mirada.
Y quien no sea capaz de aceptarme así,
quien no valore a mi yo completa,
quien no sea capaz de ver lo peor de mí y quedarse.
Lo siento, pero no me merece.
Porque ahora sé lo que valgo. Y no pienso cambiar. Sólo mejorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario