3 de febrero de 2015

Juliette




Night of February...

Juliette se hallaba en su cuarto plenamente sola, rodeada de objetos inservibles y de recuerdos que la hacían morir lentamente en su cama, como si no hubiera mañana empapada en lágrimas. Recordar algo que no está, algo que se marchitó con el tiempo la consumía. Ella bien lo sabía, pues jamás había sentido tal dolor. ¿Nada podía salirle bien? 

Juliette sabía que no había nacido para este mundo, para este tipo de cosas que de alguna forma u otra le daban tanta rabia. Sería tan fácil olvidar todo por unos instantes... Le hubiera gustado pensar de otra manera, ser otra chica totalmente distinta a ella: lista, guapa, inteligente, con un par de ovarios para poner a cada uno en su sitio, con una mente brillante para olvidar y para recordar las cosas que se deben  en su momento, y con un gran futuro que perseguir... 

Juliette tenía tantas aspiraciones, se sentía tan sola en el fondo de su interior. Y esa era la peor sensación, sentirte rodeado de personas, pero pasar desapercibido completamente. Insinuando falsas sonrisas, falsas alegrías... Cuando sabía perfectamente que necesitaba ayuda, necesitaba la ayuda de ese alguien que jamás apareció.

Pero Juliette sabía que triunfaría tarde o temprano, no se merecía lo contrario. Y ella sabía que ahora, por fin después de todo, podía volver a sonreír. Sabía que gracias a sus méritos logrados por ella misma, no necesitaba a nadie para poder ser feliz, sabía que tarde o temprano la suerte se ponía de su parte. Y es que ahora, gracias a ella misma, podía lograr todo lo que quisiera, de hecho, ya lo está consiguiendo...


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