Hoy había visto una esperanza, un sueño lejano que llegaría, que por fin sería esa chica que siempre quise ser y que siempre soñé. Hoy, al escuchar mi futuro profesional en una voz de una mujer, me esperancé, me ilusioné tanto al ver que mi vida cambiaría radicalmente, que a partir de ahora iría todo bien, y que sobre todo sería una chica de los pies a la cabeza, y aún hay más, sería feliz, estaría a gusto con mi vida. Pero, había algo que no quería oír, porque siempre hay una parte negativa para las cosas, porque sé que mi sueño no lo podré cumplir, sé que por más que lo espere, por más que lo anhele, queda lejos, mi sueño queda bastante lejos, algo así como inalcanzable, como una utopía. Porque sé, que ese sueño es muy caro de cumplir...
Y yo, me siento pobre. Me siento triste, me siento tan mal al oír que mis padres nunca podrán permitirse el lujo de poder ayudarme, aunque les duela en el corazón. Me siento triste sin saber qué hacer. Mi vida es un tormento. Estaba a punto de olvidarme, de alcanzar mi sueño y cumplirlo realidad, pasito a pasito, pero hoy... hoy todo se me ha venido abajo. Pero hoy, ya no hay sueño que cumplir.
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